¿QUÉ TIPO DE COLCHÓN ES EL MEJOR?
Esta es una de las consultas que más nos hacen los pacientes en la clínica junto a, ¿qué almohada debo comprarme?. Vamos a intentar responderla.
Existe una creencia popular de que el colchón cuanto más duro mejor y cuanto más caro, también, pero nada más lejos de la realidad. Ninguno de los dos casos es garantía de una mejor calidad del sueño y del descanso.
Es importante destacar que la elección del colchón va a depender de la posición de dormir de cada persona, del peso o de la altura. Por tanto, cada persona tendrá unas necesidades específicas y se sentirá cómoda en un determinado tipo colchón.
No hay una norma, no hay colchones mejores o peores. Hay colchones donde descansamos mejor y en otros peor y, aunque sea una ardua tarea, hay que encontrar el mejor. La forma de acertar es, aunque no sea muy científico, PROBAR y COMPARAR. El cuerpo debe notar una sensación de descanso y relajación al estar tumbados.
Aún así, cuando estrenes un colchón es probable que durante unos días aparezcan molestias en la espalda puesto que nuestro cuerpo no está acostumbrado a la nueva superficie. Es decir, se necesita un período de adaptación para adecuarnos a nuestra nueva cama. Obviamente, si esas molestias perduran en el tiempo debemos pensar que quizás nos hemos equivocado en la elección a lo que deberemos poner remedio.
Por último, debemos tener en cuenta también la relación entre la almohada y el colchón. Podemos tener un colchón perfecto para nuestras necesidades pero si la almohada no es la correcta tendremos dolores de espalda y, viceversa.